Olimpia se personificσ bajo la forma de una mujer muy hermosa, con bonitos ojos, nariz griega y una boca pequeρa con labios de encaje. La larga cabellera, con hermosas ondas, la llevaba recogida en la nuca. Asν aparece representada en una moneda de Elide en el 364 a.C. En el fondo de la moneda aparece grabado su nombre delante de la cara: OLIMPIA. La belleza de la Olimpia de la moneda es anαloga a la del lugar: bajos montes con pinares, pequeρas llanuras con olivos y viρas, cipreses con puntas verde oscuro componen el paisaje cerca de la confluencia de los rνos Alfeo y Cladeo, donde conociσ su esplendor el santuario panhelιnico. La regiσn fue poblada en el 3er milenio a.C. Mαs tarde, en el periodo histσrico, se construyeron en el santuario, templos dedicados al culto de Hera, Zeus Olνmpico, la Madre de los dioses. Entonces se organizaron tambiιn los Juegos Olνmpicos. El recinto sagrado de Olimpia se denominσ Altis, antigua palabra de los eleos para el bosque, que se atestigua especialmente en el bosque sagrado de Olimpia.
Tenemos informaciones sobre la regiσn gracias a los escritores antiguos, especialmente, del poeta lνrico Pνndaro y del periegeta Pausanias. Pνndaro viviσ entre el 518 y el 438 a.C, y compuso himnos en honor a los atletas que vencνan en los juegos de todos los griegos. Pausanias visitσ el lugar hacia el siglo II d.C. y escribiσ con detalle todo lo que vio y todo lo que le contaron los exegetas, los guνas turνsticos de la ιpoca. Las fuentes escritas que se refieren al lugar sagrado se han confrontado con las excavaciones arqueolσgicas que lleva realizando sistemαticamente desde 1874 el Instituto Arqueolσgico Alemαn de Atenas.
El recinto del santuario de Olimpia fue citado por primera vez por el viajero inglιs Richard Chandler en 1766, relacionando la fuentes antiguas, que referνan que se encontraba en la confluencia de los rνos Alfeo y Cladeo, con los restos que habνan quedado a la vista despuιs de su destrucciσn (se veνan s σlo las orthostates del templo de Zeus y la parte superior de los muros de edificios de la ιpoca romana). La destrucciσn se debe a los dos grandes terremotos del 522 y 551 d.C, que asolaron toda la zona. Tras el ϊltimo terremoto, un desbordamiento del Alfeo cubriσ, afortunadamente, las ruinas con tierra, a una altura que en algunas partes llegaba a los 5 metros.